Copa de España de Clubes División de Honor, cuarta sesión

Laia y Alba en el pasado regional, imagen Quirofotos
Llegábamos a la última sesión de competición, que se presentaba muy emocionante. La lucha por la permanencia iba a ser encarnizada, y de este hecho eran muy conscientes las ondinas del Metropole, que iban a poner toda la carne en el asador. La primera de las pruebas era la de los 200 metros mariposa femeninos. Lejos de sus mejores marcas estaban Laia Quintilla Modrego (88-Metropole) y Alba Suárez Ortiz (97-Metropole), que volvían a estar por delante de las nadadoras del Mediterrani, rascando siete puntos muy valiosos. Laia realizaba un crono de 2.24,15, pasando con ganas por 1.06,66, y terminando mal, por encima de los cuarenta segundos en el ultimo largo. Era novena. Alba estaba alejada de sus mejores 2.25,87, realizando 2.33,34 (13ª), también con un final flojo. Sin duda es una prueba complicada cuando no se está en el pico de forma y con el cansancio acumulado de estos tres días de competición. El título era para Ane Mills (89-Canoe) con 2.12,28.
Tras deleitarnos con los excelentes 50,72 de Mortiz Berg (93-Canoe) en los 100 metros libres (51,61 también Ernesto Acuña), se lanzaban las nadadoras de los 100 metros libres femeninos. Muy bien Cintia Álvarez Pérez (95-Metropole), sin duda la mejor canaria en esta competición, parando el crono en 58,96, a un paso de sus mejores 58,55. Era séptima, por delante de nadadoras importantes a nivel nacional. Si bien nadaba Cintia, soberbia estaba la jovencísima Paula Rodríguez Rivero (02-Metropole), que cumplía sobradamente con un tiempazo de 1.00,48, con el que iguala la MMR-14 de la propia Cintia (año 2009). No es muy corriente que se batan récords en el mes de enero, lo que deja entrever lo que podrá hacer esta nadadora a lo largo de la temporada. El triunfo en esta distancia, en la que perdíamos seis puntos con respecto a las catalanas, era para Marta González (95-Sant Andreu) con 57,15.

A continuación se nadaban los 50 metros braza femeninos, en los que no estamos acostumbrados (ni pensamos estarlo) a ver tan atrás a la eterna sonrisa de nuestra natación, Evelyn Álvarez Pérez (93-Metropole), que con 33,71 se veía relegada a la sexta plaza en una prueba muy igualada. Se imponía Solene Gallego (95-Bidasoa) con 33,06, estando siete nadadoras por debajo de los 34 segundos. Sí realizaba su mejor marca personal, continuando con su progresión, Elba Quintana Rodríguez (00-Metropole), que con 34,34 terminaba décima, rebajando sus ya buenos 34,86. Volvían a ganarle la partida las grancanarias a las catalanas, obteniendo dieciocho puntos, por los catorce de las del Mediterrani. Máxima emoción de cara a las pruebas finales. 

Difícil estaba la última de las pruebas individuales, los 400 metros libres femeninos. A pesar de no estar en forma, hacía cuanto podía Luisa Mar Morales Gil (94-Metropole) para ayudar a su equipo. Sus 4.37,34, a años luz de su tiempo de 4.20,99, no le permitían pasar de la 13ª posición. Como dijimos ayer en la prueba de 200, es de valorar su presencia aquí, ya que ha sido y es uno de los buques insignia de nuestra natación, algo que moralmente ayuda, y mucho, al club. Lejos de sus mejores 4.31,69 estaba  María Gil Falcón (99-Metropole), que era 14ª con 4.39,15. Aquí se perdían cuatro puntos con repecto a las nadadoras del Mediterrani, que eran 11ª y 12ª. La victoria era para Andrea Galisteo (01-Canoe) con 4.19,15.

Llegábamos a la prueba final, el relevo 4x100 metros estilos femeninos. Se trata de una prueba en la que las metropolistas están muy acostumbradas a subir al pódium nacional, aunque adolecemos de una crolista a nivel absoluto que garantice el éxito, algo que no había fallado hasta esta presente temporada. El objetivo era estar lo más arriba posible, para arañar puntos. Nadaban muy bien las grancanarias, con parciales de 1.04,63 Cintia Álvarez en la espalda, su hermana Evelyn 1.13,09 en braza, 1.02,86 en mariposa Laia y 1.00,28 en crol para Luisa Mar Morales. Eran terceras in extremis, peleando hasta la última brazada Luisa Mar, que estaba fantástica en su tramo del nado libre. Las nadadoras del Mediterrani eran últimas, lo que hacía que las esperanzas se mantuvieran hasta ver la clasificación final.

Pero no era suficiente... medio punto, ¡solo medio punto!, apartaba a las del Metropole de la permanencia. Una verdadera lástima que la suerte no se haya decantado de nuestro lado. Pueden estar muy orgullosas nuestras nadadoras del papel realizado. Con luces y sombras, pero con mucho pundonor, se han dejado la piel y han estado muy cerca de lograr el objetivo. Pese a todo, enhorabuena guerreras, han demostrado que nuestras chicas siguen en la brecha.

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